lunes, 1 de octubre de 2012

Y se fue Septiembre...

Y SE FUE SEPTIEMBRE….
 
Pero nos deja la Primavera
 
Esa invitación al desperdicio de jugos corporales.
 
 
 
A zambullirse en un placentero estado de imbecilidad.
 
A dejar que por unos meses las vísceras ganen.
 
Reclamo (¡una vez más!) de aquel paraíso perdido para siempre.

 Vigencia de los flechazos del pérfido Cupido

Para Apolo,  el deseo (flecha de oro) y para Dafne el desprecio (con flecha de plomo). Así que ella se convierte en planta de laurel y él se queda con unas ganas del tamaño del Parnaso.
 
Después de todo, viejo Apolo, el polvo será de uno, ¡pero la llave la tiene siempre el otro!.
 
Y así, el amor se hace encuentro impredecible, azar, obstinada aventura,


Amor que asusta, que mete en los huesos el miedo de nuestra propia disolución.

Y todo beso se convierte en un iceberg que nunca mostrará todo lo que contiene

Y enamorarse será durar en lo desconocido, sostener una verdad que sobreviva a la pura  diferencia.

Vaaaamos! Que Primavera es aceptar ser flechado con un veneno que postergará la Parca.


 

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